Textil

La mesa THELMA destaca por su estética depurada y su presencia serena, gracias a su acabado en cemento-GFRC (reforzado con fibra de vidrio) blanco que aporta luminosidad y modernidad a cualquier entorno. Su tapa, de imponente grosor de 8 cm, refuerza el carácter sólido y escultórico de la pieza, generando un impacto visual que no pasa desapercibido. Disponible en dos medidas —ø90 y ø120 cm—, se adapta con facilidad tanto a espacios más recogidos como a zonas amplias, convirtiéndose en un punto focal sutil y sofisticado. Su color blanco mate refuerza su carácter minimalista, encajando a la perfección en ambientes contemporáneos, mediterráneos o nórdicos. Gracias a la resistencia del cemento, THELMA puede utilizarse tanto en interior como en exterior, manteniendo su belleza y solidez con el paso del tiempo. Ideal para quienes buscan una mesa versátil, elegante y con un diseño atemporal. Pequeñas irregularidades en la pigmentación, como poros visibles, son propias del acabado y contribuyen a la singularidad estética de la pieza. En exteriores, se recomienda protegerla con una cubierta impermeable durante el otoño y el invierno.

La mesa THELMA destaca por su estética depurada y su presencia serena, gracias a su acabado en cemento-GFRC (reforzado con fibra de vidrio) blanco que aporta luminosidad y modernidad a cualquier entorno. Su tapa, de imponente grosor de 8 cm, refuerza el carácter sólido y escultórico de la pieza, generando un impacto visual que no pasa desapercibido. Disponible en dos medidas —ø90 y ø120 cm—, se adapta con facilidad tanto a espacios más recogidos como a zonas amplias, convirtiéndose en un punto focal sutil y sofisticado. Su color blanco mate refuerza su carácter minimalista, encajando a la perfección en ambientes contemporáneos, mediterráneos o nórdicos. Gracias a la resistencia del cemento, THELMA puede utilizarse tanto en interior como en exterior, manteniendo su belleza y solidez con el paso del tiempo. Ideal para quienes buscan una mesa versátil, elegante y con un diseño atemporal. Pequeñas irregularidades en la pigmentación, como poros visibles, son propias del acabado y contribuyen a la singularidad estética de la pieza. En exteriores, se recomienda protegerla con una cubierta impermeable durante el otoño y el invierno.